The Electronic Literature Collection, Vol. 2: A Retrospect

Después de haber terminado de leer toda la poesía electrónica en el ELC2, hay que reflexionar un poco. Lanzada hace poco más de un año, esta colección ha demostrado contener un trabajo muy atractivo en un sorprendente número de plataformas y “software” de autor. Estuve encantada de descubrir trabajos en Second Life y Half Life, entornos inmersivos sociales / de juegos que ofrecen la capacidad de crear y dar forma a espacios con herramientas de escritura. También fue sorprendente, aunque decepcionante, tener que ver películas que documentan el trabajo en entornos a los que no tenía acceso. Sentí que el limitado espacio de la antología podría haber sido mejor utilizado al incorporar obras que realmente pudiéramos experimentar. Aún así, entiendo el impulso de documentar la existencia de obras que pueden no estar en línea o en una plataforma que no se puede publicar en línea, como obras diseñadas para la CUEVA.
La poesía en esta colección fue bastante conmovedora, con interfaces que pasaron de minimalistas a altamente sofisticadas. En comparación con los trabajos en la Electronic Literature Collection, Vol. 1 el diseño parecía más limpio, más transparente, mejor integrado a los poemas. ¿Es esto un indicador de que la poesía electrónica se está volviendo menos “interesante” y más “buena”? ¿Todavía está en una fase experimental, descubriendo cuál es el mensaje de este medio, en relación con el lenguaje? Los videojuegos también ocupan un lugar destacado en esta colección. ¿Significa eso que la literatura electrónica se está combianando con uno de los modos más antiguos de expresión artística en los medios digitales?
Cualquiera que sea el caso, esta y la colección anterior son un registro de un fenómeno global, con obras en múltiples idiomas de todas partes (¿pero no de Corea?). Todavía hay mucho por descubrir y recuperar porque no todos los escritores significantes han sido representados en estas colecciones.
Es hora de leer y escribir sobre algunos de los que no fueron incluidos. Tal vez encuentren su camino en un futuro Volumen 3 de la Colección de literatura electrónica.
Traducido por Reina Santiago