
En “Deviant: The Possession of Christian Shaw,” Donna Leishman usa una serie de imágenes animadas para contar la historia de Christian Shaw, una niña de casi once años que vive en Balgarran. Esta es una pieza exploratoria que permite al usuario experimentar el mundo de Christian.
Aunque hay algo de texto, la pieza es principalmente no verbal. Las imágenes cambian cuando el usuario decide pasar el cursor sobre ellas y muestran que cosas extrañas suceden. El mundo habitado por Christian está lleno tanto de terribles criaturas que la observan desde atrás de los árboles estériles como de una flora maravillosa que cambia de maneras inesperadas. Sus experiencias afectan su percepción.
“Deviant” usa Flash para crear sus animaciones. Las imágenes en sí mismas son minimalistas, limpias y muy originales. La narración funciona de manera bifurcada: cada elección limita y afecta las siguientes alternativas posibles. Eventualmente, todos los usuarios alcanzan el final, que no varía, pero pueden haber llegado allí por caminos muy diferentes, aprendiendo solo sobre algunos aspectos de la historia. Las experiencias de cada usuario afectan su percepción de esta pieza y de lo que le sucede a Christian y a su alrededor.
Es fácil caer en la falacia de describir “Deviant” como un juego. Pero después de explorar un mundo que simultáneamente no representa una amenaza mientras albergan criaturas grotescas que oran por Christian, Stuart Moulthrop recuerda a la Biblioteca Reagan con su declaración doble: “Esto no es un juego… Esto no es un juego.” Porque a pesar las criaturas y las imágenes perturbadoras del cuerpo doblado de Christian, Deviant es silenciosamente pacífico y meditativo.
Es imposible no ver el relato de la historia de Christian Shaw como una interpretación feminista moderna de los eventos originales. Se nos presentan una serie de incidentes inexplicables que son a la vez terroríficos y hermosos, y cuando viajamos con Christian, no podemos evitar sentirnos solos, asustados e impotentes, tal vez como ella podría haberse sentido a sí misma.
Si “Deviant” fuera un texto impreso basado en texto, lo llamaría prosa poética.
Presentado en The Electronic Literature Collection, Volume 1.
Traducido por Reina Santiago