
Este poema minimalista programado compromete nuestra capacidad de mantener el lenguaje en la memoria para actuar sobre él. El texto se muestra en dos espacios simultáneamente, aunque la secuencia de encabezado comienza primero antes de que el segundo en el cuadro comience a competir por nuestra atención. Cada texto muestra una palabra a la vez a un ritmo rápido, más rápido de lo que nos acostumbramos con las obras de Young-Hae Chang Heavy Industries o “Project for Tachitoscope” de William Poundstone. En esos casos, los textos se sincronizan con música, y potencialmente acompañado por otros elementos gráficos, pero el poema de Hatcher quita todas las distracciones del texto, lo que permite a los lectores atentos enfocar la mayor parte de su conciencia en una de las dos corrientes textuales, ya que es prácticamente imposible leer ambas y darles sentido. Tienes que elegir una pista o arriesgarte a descarrilarte, por así decirlo, por la velocidad a la que se muestran: 170 milisegundos por palabra (más de 5 palabras por segundo).
El texto escrito para este tipo de presentación extrema tiene que ser poderosamente expresivo con materiales minimalistas. Debido a que las palabras están justificadas en el centro, sus variaciones de longitud crean ritmos visuales que podrían entenderse como un tipo de medidor. Una pausa un poco más larga despierta una gran atención por las palabras que le preceden y le siguen inmediatamente, ya que se puede leer como un salto de línea después de una línea muy larga. Las repeticiones de palabras y frases, incluso con variaciones menores, amplifican su mensaje dramáticamente bajo estas condiciones. Y las yuxtaposiciones fácilmente comprensibles entre las dos líneas de transmisión pueden resonar poderosamente para un lector sintonizado con ellas.
Un vistazo al código fuente revela que esto no es solo un texto acelerado. La matriz de texto se presenta en las líneas 6-8 del código. Recomiendo leerlas en un desplazamiento horizontal rápido para una experiencia paralela del texto ejecutado. Incluso si no conoce HTML, JavaScript o Ruby on Rails, puede intuir que el texto que lee en el código fuente no es exactamente el mismo que se muestra cuando se ejecuta. Ciertas repeticiones de palabras o frases varían, al igual que las pausas en la pantalla, y esto sucede según lo diseñado por Hatcher. El resultado es un texto infinitamente variable, con pequeñas variaciones que llaman la atención sobre diferentes partes del texto para crear diferentes impresiones en la memoria del lector.
Mientras lee este texto (varias veces, preferiblemente) considere el impacto de las variaciones detalladas anteriormente en el contexto del título de la obra, mientras aprecia la poderosa meditación de Hatcher sobre el lenguaje y la memoria.
Traducido por Reina Santiago